A. QUE NO ES LA PARAPSICOLOGIA
El término parapsicología es
frecuentemente mal utilizado, ya sea involuntariamente por ignorar su
significado real, o por charlatanes, excéntricos y estafadores. Esto hace
necesario que definamos primero que no es la parapsicología. El mal uso
más frecuente es dado por sujetos que se anuncian en los periódicos como
parapsicólogos, en virtud de lo cual ofrecen curas milagrosas,
solucionar problemas del amor, mejorar su suerte, adivinar números de la
lotería, y prácticamente sacarle de todos los tipos de aprietos imaginables.
Desdichadamente no solo no existe persona conocida por la ciencia capaz de
tales proezas; sino que si existiesen, no se serían llamados
parapsicólogo.
Un sujeto especial capaz de adivinar cosas
que están fuera del alcance de sus órganos de los sentidos y de su
razonamiento lógico, o pueda afectar la condición física (curar una
enfermedad, por ejemplo) de otra persona por medios no físicos (que no sean
medicamentos, acupuntura, digitopuntura, etc.) y no psicológicos (no
atribuibles el efecto placebo o a la sugestión), sería en todo caso, sujeto de
estudio de la parapsicología, no un parapsicólogo.
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B. QUE ES LA PARAPSICOLOGIA
La parapsicología se define
entonces como la ciencia que intenta estudiar, aplicando el método científico,
una serie de eventos donde la mente parece interactuar con el ambiente sin que
medie un vínculo físico conocido. Estos eventos son llamados fenómenos
psi, dividiéndose en dos grandes grupos: los fenómenos psi-cognitivos y
los fenómenos psi-cinéticos. Los psi-cognitivos se refieren a la llamada
percepción extrasensorial (PES), donde el sujeto percibe conocimientos de
cosas que usualmente se perciben a través de los órganos de los sentidos, pero
que ocurren en circunstancias en que dichos órganos están fuera de su radio de
alcance. Este conocimiento así adquirido puede ser de cosas o eventos que
están ocurriendo en el momento(clarividencia), de lo que está pensando o
sintiendo otra persona (telepatía), y de lo que está por suceder
(precognición). Este último es el más sorprendente de todos, dado que rompe
con los conceptos de espacio y tiempo, y ha estimulado a físicos notables a
formular hipótesis muy complejas. Los fenómenos psi-cinéticos se refieren a
eventos donde el pensamiento (consciente o inconscientemente, voluntaria o
involuntariamente) parece afectar a la materia en su movimiento, forma o
composición química. El más conocido de los fenómenos que pertenecen a este
grupo, es la tele-quinesis, o sea el mover objetos con el
pensamiento.
Los fenómenos psi usualmente (sobre todo en experimentos
de laboratorio) no son evidentes por si mismos, sino que requieren de un
manejo estadístico-matemático para verificar si lo observado puede deberse al
simple asar o suerte, o si de verdad está ocurriendo una percepción
extrasensorial o una tele-quinesis. El Dr. Joseph Bank Rhine, en el
Laboratorio de Parapsicología de la Universidad de Duke, Carolina del Norte,
utilizando un mazo de barajas conocidas como cartas Zener, diseñadas por un
matemático del mismo nombre, comprobó estadísticamente la existencia de los
fenómenos psi-cognitivos. Las barajas constan de 5 símbolos que se repiten 5
veces. En un arreglo de prueba de clarividencia, si a un individuo se le da la
tarea de adivinar el orden en que se presentan las 25 barajas colocadas fuera
de su alcance visual; y en forma consistente adivina más de 5 cartas en un
número x de experimentos, siendo 5 la línea del asar, hay razones suficientes
para pensar que no está adivinando por suerte o asar, sino mediante una
facultad que va más allá de los órganos de los sentidos. Rhine, utilizando el
mismo principio con dados, probó igualmente que hay sujetos capaces de alterar
el movimiento de la materia - en este caso, sujetos que con desear que saliese
la cara del dado con un número pre-establecido, hacían que dicho número
saliese más veces de lo esperado por la suerte o asar.
Modernamente,
con el advenimiento de las computadoras, hay métodos más sofisticados para
comprobar estos fenómenos, siendo igualmente los resultados a favor de la
existencia de los fenómenos psi. Sin embargo hay estudiosos que se niegan a
aceptar la existencia de estos, alegando que se trata de pruebas falsas debido
a un error estadístico (véase artículo en El Ojo Escéptico).
Sin
embargo, hay eventos parapsicológicos que ocurren en forma espontánea y que no
necesitan de las estadísticas. En estudios de campo, el autor ha podido
presenciar casos de psicoquinesis-espontánea-recurrente (PER), llamado
popularmente poltergeist, donde los objetos comunes en una casa son
movidos en forma constante sin una aparente causa física (objetos de vidrios
son rotos al chocar con las paredes, sillas que se voltean, piedras que entran
por hendijas, puertas y ventanas, etc.). Utilizando controles adecuados para
eliminar la posibilidad de trucos, en estos casos usualmente se
descubre a un epicentro humano, alrededor de quien ocurren estos
movimientos. Usualmente es una persona introvertida, pre-adolescentes o
adolescente con problemas psicológicos.
Muchos experimentos de
laboratorio han tenido resultados tan evidentes que tampoco requieren de la
lupa estadística. Por ejemplo, en un experimento de clarividencia
doblemente ciego (donde tanto el experimentador y el sujeto desconocen el
contenido a adivinar, consistentes en recortes de revistas metidos en sobres
sellados) conducido por el autor, 3 de 15 sujetos pudieron tener imágenes
directamente relacionadas al contenido de los sobres: sensación de mareo, como
si navegase en un barco con el mar picado, siendo la imagen la de un
naufragio; sensación de ser tragado, siendo la imagen la de una planta
carnívora con una mosca atrapada; y la visión de dos montañas, con la luna
entre las dos, siendo la imagen exactamente lo descrito. Considerando la
ilimitada posibilidad de imágenes que podían contener estos sobres, el autor
opina que estos resultados son suficiente evidencia de la existencia de los
fenómenos psi, y superan cualquier posibilidad de error metodológico o
estadístico.
Es la opinión del autor, basada en muchos años de estudios
e investigación, que estos fenómenos se deben a facultadas humanas que
funcionan usualmente a un nivel inconsciente e involuntario, los cuales tienen
una razón de ser en la intrincada naturaleza del hombre, siendo su complejidad
no entendida en su totalidad por la ciencia. Algunos físicos opinan que la
explicación de estos fenómenos está en un substrato físico que la ciencia no
ha podido estudiar debidamente. Ello se debe a que los límites conocidos de la
materia son dados por la velocidad de la luz, viendo estos estudiosos la
posibilidad de la existencia de partículas sub- atómicas que se mueven a
velocidades superiores (Adrian Dobbs, Premio Nóbel de física,
1963).
Hay muchos eventos de apariencia parapsicológica que al ser
estudiados tienen explicaciones dentro de las demás ciencias, siendo estos la
mayoría de los casos con que el parapsicólogo se encuentra al ser llamado a
hacer investigación de campo. Esto, junto con el hecho de que la
parapsicología no ha podido superar el nivel de ciencia pura (para
diferenciarla de la ciencia aplicada, donde se domina el fenómeno estudiado a
un nivel que permite la prestación de servicios, como en la medicina y
psicología, por ejemplo), hacen de esta, un área muy poco atractiva a los
investigadores, que prefieren dedicar su tiempo y recursos a asuntos más
rentables. El número de investigadores en el ámbito mundial es muy poco (unos
500 según las últimas listas de la Asociación Parapsicológica -PA), y
relativamente muchos menos en Latinoamérica (unos 11). La mayoría investiga a
título personal y con recursos propios.
Estas características han hecho
de este campo, un área de especulación por parte de la comunidad no
científica, exagerando y utilizando para fines ajenos a la ciencia la temática
de la parapsicología, teniendo éxito en engañar al público por el poco
conocimiento que existe sobre este tema por parte de la mayoría.
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